El número de nacimientos de bebés con indicios de malformación congénita en Rio Grande do Norte cayó en 16.29% entre 2016 y 2021, según datos de la Secretaría de Estado de Salud Pública (Sesap/RN) analizados por el Instituto Santos Dumont (ISD). Este marzo, acciones en varios países visibilizan el Día Mundial de las Anomalías Congénitas, que constituyen un grupo de alteraciones estructurales o funcionales que ocurren durante la vida intrauterina y pueden ser identificadas durante el período gestacional a través de exámenes de imagen. Según el Ministerio de Salud, las anomalías congénitas son la segunda causa de muerte entre niños menores de cinco años en Brasil. El diagnóstico prenatal es, en la mayoría de los casos, el factor decisivo para la eficacia de la atención perinatal que estos niños y sus familias necesitan.

“Antes de que nazca el bebé, tener la oportunidad de aprender sobre la anomalía congénita, aprender más sobre ella y las opciones de tratamiento o atención, y, sobre todo, poder abordar las diferentes dimensiones que conlleva dicho diagnóstico, son algunos de los aspectos que me hacen valorar la medicina fetal como un área esencial de la práctica que determina la máxima cualificación y seguridad de la atención perinatal. Creo que es transformador que las personas con discapacidad puedan ser mejor acogida incluso antes de nacer y que esta línea de atención incluya las necesidades, valores y particularidades de estas familias. Si todo acto de atención sanitaria implica un fuerte componente de educación para la salud y ciudadanía, cuando se trata de anomalías congénitas, esto es especialmente importante”, afirma Reginaldo Freitas Jr., obstetra especializado en medicina fetal y director del ISD.

Según datos de Sesap, en 2016 se registraron 405 casos de anomalías congénitas en Rio Grande do Norte, frente a 339 en 2021. El tipo de malformación congénita más común es la deformidad del sistema musculoesquelético, que consiste en deformidades musculoesqueléticas como el pie zambo y la luxación de cadera, por ejemplo, con 910 ocurrencias en el período. A pesar de la reducción de casos al analizar el estado de Rio Grande do Norte como un todo, algunas Regiones de Salud presentaron aumento de ocurrencias, como la 2ª Región, que incluye, entre otros, los municipios de Mossoró, Apodi y Areia Branca. En las 13 ciudades que conforman esta zona, los casos pasaron de 11 a 37 en seis años. En la 7ª Región de Salud, que incluye Extremoz, Natal, Macaíba, Parnamirim y São Gonçalo do Amarante, hubo reducción de 197 para 134 registros en el período. 

Según el Ministerio de Salud, “muchas anomalías son susceptibles de intervención, mejorando la calidad de vida de los individuos afectados, así como previniendo la aparición de nuevos casos con la adopción de medidas como la vacunación, la ingesta adecuada de ácido fólico y yodo, entre otras acciones”. 

microcefalia

Rio Grande do Norte, como detalla la Encuesta de Salud de Brasil 2020/2021 – Anomalías Congénitas Prioritarias para la Vigilancia del Nacimiento, del Ministerio de Salud, junto con los estados de “Acre, Rondônia, Ceará y Espírito Santo comenzaron a presentar tasas de prevalencia elevadas a partir de 2015, en comparación con las de años anteriores”. El estudio identificó tasas de prevalencia superiores a las observadas en Europa, alcanzando 3,67 casos por cada 10.000 nacidos vivos en Rio Grande do Norte durante el período analizado. 

Una de las niñas que nació con microcefalia en Rio Grande do Norte a finales de 2014 fue Eliza Gabrielly Lima, que hoy tiene 7 años. Ella es atendida desde que nació en las clínicas del Instituto Santos Dumont (ISD), en Macaíba. La causa de la microcefalia aún se desconoce, pese a coincidir con los primeros registros de la condición provocada por el virus Zika en el Estado. “Tuve zika, pero fue después de que ella naciera. Nos hicimos las pruebas y todas dieron negativo. Hoy esperamos hacer el examen que pueda identificar el error innato del metabolismo, que podría ser la causa de la microcefalia. Ya nos hemos hecho varias pruebas más y no hemos encontrado nada”, dice Elaine Cristina de Lima, de 33 años, madre de Eliza.

Según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), Brasil vivió una epidemia de Zika a finales de 2015 y principios de 2016, con más de 2.700 casos de microcefalia y 40 muertes notificadas en ese momento. La mayor parte de ellos se concentran en los estados de la región Nordeste. La microcefalia es un ejemplo de anomalía congénita que se presentó en 126 niños nacidos a partir de ese año y que está relacionada con el virus del Zika sólo en Rio Grande do Norte. El Zika congénito se caracteriza por la transmisión del virus del Zika de madre a hijo durante el embarazo. En el feto, el virus puede provocar malformaciones del sistema nervioso, entre las que se destaca la microcefalia, señala Fiocruz.

Lo que llama la atención en el caso de Elaine Cristina es el historial de malformaciones congénitas en la familia. Según informó, perdió a dos hermanos que nacieron con diferentes enfermedades congénitas. Uno de ellos murió momentos después de nacer. Tenía una serie de malformaciones. El otro murió a los dos años. Tenía parálisis cerebral. Cuando se le preguntó si el caso de su hija podría estar relacionado con su historia familiar, Elaine informa que el genetista que está monitoreando a Eliza descartó este riesgo. 

Mundo

Los datos más recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que aproximadamente el 61% de los recién nacidos presentan algún tipo de anomalía congénita y, cada año, alrededor de 295.000 niños mueren en los primeros cuatro meses de vida como consecuencia de estos cambios. 

Incidencias en RN

Tipos de malformaciones congénitas en Rio Grande do Norte, de 2016 a 2021:

Deformidad musculoesquelética: 910

Sistema nervioso: 318

Ojo, oído, cara y cuello: 189

Genitales: 182

labio y paladar hendido: 149

Anomalías cromosómicas del NCOP: 122

Otras malformaciones del aparato digestivo: 104

Otras malformaciones: 103

Sistema circulatorio: 102

Tracto urinario: 32

Sistema respiratorio: 28

Hemangioma (tumor) de cualquier localización: 5

Fuente: Sesap/RN

Comprender las principales causas y malformaciones más comunes

La mayoría de los defectos de nacimiento ocurren en los primeros 3 meses de embarazo, cuando se están formando los órganos del bebé. Las anomalías congénitas pueden tener origen genético, infeccioso, nutricional o ambiental. Aunque en la mayoría de los casos es difícil identificar la causa, existen factores que aumentan la probabilidad de que se produzcan estos problemas:

– fumar, consumir alcohol o drogas durante el embarazo;

– obesidad y/o diabetes no controlada antes y durante el embarazo;

– uso de medicamentos contraindicados durante el embarazo;

– tener en la familia a alguien con un defecto de nacimiento;

– edad de la madre mayor de 35 años.

Existen defectos raros, como la microcefalia, o frecuentes, como las hendiduras faciales o todas las displasias esqueléticas. Los defectos congénitos graves más comunes son los del corazón, los defectos del tubo neural y el síndrome de Down.

En cualquier embarazo, una mujer tiene entre un 3 y un 61 % de posibilidades de tener un bebé con un defecto congénito, lo que se denomina riesgo de fondo. Muchas pueden prevenirse o tratarse con medidas básicas de atención prenatal adecuada, como la vacunación de las niñas contra la rubéola (previene el síndrome de rubéola congénita) y la fortificación de los alimentos con ácido fólico y vitamina B-12 (para prevenir la aparición de defectos del tubo neural como la espina bífida y la anencefalia).

Fuente: Ministerio de Salud