EL Centro Anita Garibaldi de Educación e Investigación en Salud (CEPS) – referencia en atención especializada a la salud maternoinfantil y a las personas con discapacidad en Rio Grande do Norte – anunció una adaptación inédita de los servicios para atender casos sospechosos de Coronavirus y emergencias de menor riesgo que involucren a mujeres embarazadas y niños.

El centro de atención de emergencia instalado por primera vez en el Centro en más de 10 años de funcionamiento abrirá a partir de este lunes, 23, para recibir exclusivamente la demanda de Macaíba, en la Región Metropolitana.

La adaptación se realiza para aliviar la presión sobre el principal servicio de emergencia de la ciudad, la UPA Aluízio Alves, en un contexto en el que hay escasez de médicos de salud de familia y aumentan las sospechas de contagio por el nuevo Coronavirus.

“El CEPS es una extensión temporal de la UPA, que opera en la zona vecina. Presentamos la propuesta a la Secretaría Municipal de Salud y la aceptaron”, afirma el director general del Instituto Santos Dumont (ISD), Reginaldo Freitas Júnior.

“Pero lo más importante es reforzar las recomendaciones del Ministerio de Salud para que la población siga las directrices de aislamiento social y solo acuda a los servicios de salud en situaciones de verdadera necesidad. En caso de sospecha de COVID-19, la principal señal de alerta es la dificultad para respirar, sensación de falta de aire”, añade el médico y director del ISD.

La organización, financiada por el Ministerio de Educación, gestiona el CEPS y el Instituto Internacional de Neurociencia Edmond y Lily Safra (IIN-ELS), también en Macaíba.

Atención de emergencia

Una encuesta del ISD muestra que el número de personas que pasan por la UPA aumentó en casi 60% en la última semana.

“Identificamos que 48% de los casos son considerados no graves y podrían ser tratados en el CEPS, aliviando la presión sobre ese servicio”, dice Freitas Júnior.

“Los equipos sanitarios que trabajan en servicios de urgencias, como la UPA”, subraya, “deben centrar sus esfuerzos en atender los casos más graves, clasificados como de riesgo amarillo y rojo”.

La prisa de la población por recibir atención, analiza el médico, está relacionada con “la desinformación, la sensación de pánico colectivo por la enfermedad, la ansiedad por saber si están enfermos o no y qué deben hacer, así como las deficiencias en la cobertura médica en sus respectivas áreas de cobertura”.

“La estrategia de operar como unidad de atención de urgencias pretende ayudar al sistema sanitario, intentando reducir la presión en la entrada de la UPA”, añade.

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Con la adecuación de los servicios, el CEPS atenderá casos sospechosos del llamado Covid-19 en embarazadas y niños del municipio, además de absorber parte de la demanda “azul y verde” –es decir, casos considerados menos graves en la clasificación de riesgo y que hasta entonces entrarían en la UPA–.

Del total de demanda que llega a la unidad, 75% son adultos y 25% son niños, según datos divulgados por la directora de la unidad, Maria Célia Croisfelt Santos.

El promedio habitual de citas pasó de 140 a 220 diarias en la última semana, con 48% con la clasificación de riesgo verde y azul que el CEPS ayudará a recibir.

Servicios

“Recibiremos a mujeres embarazadas y niños que se encuentren en estos casos. Las mujeres y los hombres con otras afecciones seguirán siendo atendidos por la UPA”, señala Freitas Júnior.

Las intervenciones obstétricas y pediátricas con este fin se realizarán en horario de 8:00 a 17:00 horas, horario habitual de funcionamiento del Centro, con un número mínimo de profesionales en el equipo.

“Tendremos un obstetra, un pediatra, un equipo de guardia para realizar ecografías, cuando esté indicado, y una estructura diagnóstica con laboratorio tratando de dar respuestas rápidas a los resultados de las pruebas”, explica el director general del ISD, añadiendo que también estarán en espera profesionales de enfermería, técnicos de enfermería y un equipo mínimo de apoyo administrativo, en roles como recibir a los usuarios.

Espacios como el auditorio y la biblioteca del Centro fueron adaptados para atender a los usuarios.

En las zonas de espera se trabajará para asegurar al menos un metro de distancia entre ellas, de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades sanitarias para reducir los posibles riesgos de contagio por el nuevo Coronavirus.

El CEPS

En la actualidad, el CEPS opera como una unidad escolar del ISD para capacitar a profesionales en atención de salud materna e infantil y atención a personas con discapacidad.

Es el campo práctico de actuación de los estudiantes de la Residencia Multiprofesional, tanto interna como en colaboración con las Residencias Médicas y Multiprofesionales de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN).

El número de consultas al año supera las 45 mil, en áreas relacionadas con la atención prenatal y otras dirigidas a adultos y niños con patologías como la epilepsia; enfermedad de Parkinson; trastorno del espectro autista (TEA); lesión de la médula espinal; microcefalia; pérdida auditiva; prematuridad y vejiga neurogénica.

Los servicios ofrecidos normalmente son electivos, es decir, programados en un día programado, y no se consideran urgentes o de emergencia.

Desde la semana pasada, algunas de ellas, así como las actividades grupales presenciales, han sido suspendidas entre otras medidas adoptadas por el ISD como medida de prevención ante el nuevo Coronavirus.

En las clínicas los servicios sólo se prestaban en casos excepcionales. “Sólo la atención prenatal de alto riesgo y la pediatría de alto riesgo, que siempre han sido el perfil de nuestra demanda, están activas porque son verdaderas prioridades”, explica el director general del Instituto. “Necesitamos mantener estos servicios para que el sistema de salud no se sobrecargue aún más”.

Los servicios están destinados exclusivamente a usuarios del Sistema Único de Salud (SUS) y las consultas, en estos casos, se realizan a través de referencias realizadas por las Unidades Básicas de Salud.