Uno de los momentos más memorables del posparto es la primera alimentación del recién nacido, cuando el vínculo entre madre e hijo comienza a fortalecerse aún más fuera del útero. La leche materna es el alimento más rico que se puede ofrecer, y no requiere suplementación con té, agua u otros elementos, hasta que el bebé tenga seis meses. Sin embargo, miles de madres en todo el mundo se desaniman de amamantar cuando consideran que producen poca o baja calidad de leche. El 21 de mayo, fecha alusiva al Día Mundial de la Protección de la Lactancia Materna, llama la atención sobre los riesgos que implica el uso indiscriminado de fórmulas infantiles como sustituto completo de la leche materna. A pesar de los numerosos beneficios, en Brasil la Lactancia Materna Exclusiva (LME) no prevalece entre los niños menores de 6 meses.

Datos más recientes publicados por el Ministerio de Salud a través del Estudio Nacional de Alimentación y Nutrición Infantil (ENANI-2019), indican que, en Brasil, 96,2% de niños menores de dos años alguna vez fueron amamantados, y 62,4% todavía eran amamantados en la primera hora de vida. La prevalencia de Lactancia Materna Exclusiva (LME) en niños menores de 6 meses fue de 45,8% en Brasil, con mayor prevalencia en la región Sur (54,3%), seguida por el Sudeste (49,1%), Centro-Oeste (46,5%), Norte (40,3%) y Nordeste (39,0%), sin diferencias estadísticamente significativas entre las regiones. La prevalencia de lactancia materna continuada en el primer año de vida (entre niños de 12 a 23 meses) en Brasil fue de 43,6%, siendo más prevalente en la región Nordeste (51,8%), seguida por las regiones Norte (49,1%), Centro- Oeste (43.9%), Sureste (38%) y Sur (37.8%). La mediana de duración de la LME fue de 3,0 meses y la de la lactancia materna fue de 15,9 meses.

El Estudio también señala que “la prevalencia de LME y de continuidad de la lactancia materna en el primer año de vida, aunque significativa, sigue estando por debajo de la recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), y una gran proporción de niños usaban chupete o recibían alimentación a través de biberones, lo que puede perjudicar la continuidad de la lactancia materna”. 

“La leche materna no requiere el uso de fórmulas químicas. Además de mantener saciado al recién nacido, el acto de amamantar permite crear un vínculo aún más fuerte entre madre e hijo. Si hay dificultad en el proceso de lactancia, se puede utilizar fórmula como medio de rescate, un plan paralelo al problema. Pero siempre hay que priorizar la leche materna”, destaca la preceptora ginecóloga y obstetra del Instituto Santos Dumont (ISD), Thaíse Lopes. 

Según la Red Internacional por la Defensa del Derecho a la Lactancia Materna (en inglés: Red Internacional de Acción sobre Alimentación Infantil – IBFAN), “la lactancia materna es compleja y requiere la construcción de una fuerte red de apoyo. Muchas mujeres denuncian sucesivos actos de violencia –muchos de ellos influidos por experiencias de fracaso– perpetrados por familiares y amigos, posiblemente involuntarios, que desalientan y condenan esta práctica”.

La enfermera preceptora del ISD, Monise Ponte, especialista en salud maternoinfantil, destaca que cambiar esta realidad puede ocurrir a través de una consulta posparto, que debe realizarse poco después del nacimiento. Regresar temprano a una consulta posparto puede ayudar a la madre a corregir errores comunes en la lactancia, como el agarre y la posición más adecuada del bebé para asegurar una alimentación efectiva. La primera consulta debe realizarse hacia el décimo día de vida del niño, pero esto no siempre es posible debido a las condiciones del posparto, el acceso a los servicios de salud y la incompatibilidad de horarios con el profesional que acompañó a la gestante durante el control prenatal. 

“Tenemos mujeres con un gran potencial de producción de leche, con buen agarre del bebé. La introducción de las fórmulas infantiles se produce más, desde mi punto de vista, por motivos culturales. Muchas madres introducen tempranamente el uso de alimentos harinosos, y la falta de orientación perjudica aún más la dieta saludable del bebé. Además de la cuestión cultural, existe una falta de acceso a las consultas de posparto en la mayor parte de la red vinculada al Sistema Único de Salud”, señala.

IBFAN denuncia el uso temprano de fórmulas infantiles, tetinas, chupetes y biberones, con criterios dudosos y el desconocimiento por parte de las empresas productoras de estos artículos del Código Internacional de Comercialización de Alimentos Infantiles, que este año cumple 41 años. “La falta de respeto a este Código y a la Ley núm. 11.265/2006 – NBCAL (Norma Brasileña para la Comercialización de Alimentos para Lactantes y Niños Pequeños, Tetinas, Chupetes y Biberones) también resulta en la práctica de la más grave violencia contra la lactancia materna”, señala la entidad. 

“El Código y la NBCAL contienen un conjunto de normas como forma de regular las prácticas de comercialización de las industrias sustitutivas de la leche materna. Buscan garantizar el suministro de una nutrición segura y adecuada a los lactantes, mediante la protección y promoción de la lactancia materna y garantizando el uso adecuado de sustitutos cuando sea necesario, sobre la base de una información adecuada y mediante una comercialización y distribución adecuadas”, añade.

Preocupados por acciones de marketing abusivas relacionadas con la oferta de fórmulas infantiles para sustituir la lactancia materna, en las Asambleas Mundiales de la Salud, a partir de 1981, comenzaron a escucharse informes de preocupación por parte de ministros y de la sociedad civil, particularmente del IBFAN. Así, las autoridades sanitarias de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzaron a regular la publicidad de prácticas comerciales, de productos que compitan con la lactancia materna.

Banco de leche humana

El Banco de Leche Humana de la Maternidad Escuela Januário Cicco (MEJC) necesita donaciones. El requerimiento diario para cuidar a bebés prematuros en el MEJC es de alrededor de 12 litros. Actualmente, en stock, la institución cuenta con alrededor de 50% de esta demanda.

El Banco de Leche Humana del MEJC también procesa y analiza la leche destinada a unidades de salud privadas de Rio Grande do Norte. 

En 2021 se recolectaron 2.756 litros de 1.500 donantes femeninas. En total, se realizaron alrededor de 2.000 visitas domiciliarias para recoger leche. 

El Banco de Leche Humana del MEJC es referencia en Rio Grande do Norte, siendo responsable por el control de calidad y distribución de leche materna para aproximadamente 80% de recién nacidos en riesgo en el estado de Rio Grande do Norte.