Estimulación de la sensibilidad táctil, visual y auditiva, mejora del equilibrio, desarrollo de la coordinación motora y percepción de movimientos. Estos son algunos de los beneficios de la Equinoterapia, un tratamiento que utiliza la ayuda de los caballos. La modalidad ha sido utilizada como terapia alternativa en el tratamiento de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), monitoreados en el Centro de Educación e Investigación en Salud Anita Garibaldi (Anita), del Instituto Santos Dumont (ISD). 

Según la fonoaudióloga multidisciplinar Luana Aprígio, una de las profesionales que acompaña a los niños en las sesiones de hipoterapia, los niños con TEA presentan disfunciones sensoriales, a pesar de no presentar retrasos motores. “Un niño con autismo gatea y camina en el momento adecuado, pero tiene cambios en la funcionalidad, por ejemplo. No pueden vestirse solos, comer con cubiertos y tienen dificultades de comunicación y la hipoterapia pretende trabajar y mejorar su desarrollo sensorial y funcional”, explica. 

Magali Lima, de 34 años, madre de Luiz, de 4 años, que es acompañado por el Servicio Multidisciplinario de Atención al Espectro Autista (Semea), en el ISD, dice que ya ve los beneficios de la hipoterapia en su hijo. “Mejoró su vocabulario, dejó de tener algunas conductas inapropiadas y veo que, para él, el contacto con el animal es una forma diferente de afrontar la terapia, que normalmente se hace en un consultorio médico. Es una actividad al aire libre, trae contacto con otras personas, tiene asistencia multidisciplinaria, todo eso trae beneficios inconmensurables, fue un cambio muy bueno para Luiz a pesar del poco tiempo”, relata la madre. 

La equinoterapia es una terapia complementaria que no sustituye a otras intervenciones terapéuticas y educativas, pero que aporta beneficios clínicos a nivel físico y psicológico, como el desarrollo de la fuerza muscular, la relajación y la conciencia corporal. En 2022 se realizará el seguimiento de cinco niños de 4 años con hipoterapia incluida en su tratamiento.

Son parte de un proyecto de investigación nacional multicéntrico de la Asociación Nacional de Equinoterapia (ANDE), denominado “Comunicarse con equinoterapia: El efecto de la equinoterapia en la rehabilitación de personas con trastorno del espectro autista”, que tiene como objetivo trabajar aspectos del lenguaje y la comunicación. La investigación cuenta con cinco centros de recolección de datos en Brasil, siendo el ISD uno de ellos. 

“Al montar a caballo realizamos innumerables ajustes posturales, tenemos contacto con la naturaleza, con diferentes estímulos al tacto, a la vista y al oído. El niño aprende a autorregularse y así avanzar en su desarrollo, prestar más atención a los demás, abrirse más al mundo, especialmente en términos de comunicación, que es el foco de la investigación en la que participamos”, dice Luana Aprígio. 

Asociación 

Desde 2017, el Instituto Santos Dumont (ISD) viene realizando este tipo de abordaje en el tratamiento de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en alianza con la Escuela Agrícola de Jundiaí (EAJ/UFRN), en el distrito de Jundiaí, en Macaíba. La Escuela proporciona cuatro animales para realizar la actividad, además de profesionales capacitados para su manejo.  

“Es una actividad que va más allá de la idea de brindar cuidados, genera resultados serios para la investigación científica, con un equipo multidisciplinario, una estructura disponible para probar, comprobar y publicar los resultados de esta terapia, para que otras personas puedan utilizarla en cualquier lugar”, afirmó el profesor y coordinador del curso técnico en Agricultura de la EAJ, Mário Cardoso.

Alrededor de 20 niños con autismo atendidos por Anita ya han recibido hipoterapia desde que comenzó el servicio. Con la reanudación de la asociación, el objetivo es ampliar el tratamiento para incluir pacientes de otras especialidades, como la Enfermedad de Parkinson y el Neurodesarrollo.