Kamila Tuenia
“No es posible pensar en salud y educación sin tocar la cuestión racial”.
La frase fue dicha por el científico social, doctor en salud pública y profesor de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN), Mercês Santos, en una clase impartida esta semana a estudiantes de posgrado del Instituto Santos Dumont (ISD), como invitada en la asignatura Educación para la Ciudadanía Global.
El tema abordado por la docente fue Educación para una sociedad antirracista, que incluyó debates sobre la importancia de promover la representación negra, combatir el racismo estructural, la necesidad de hablar de cuestiones raciales y construir una sociedad antirracista. La discusión trajo a los estudiantes la urgente necesidad de cuestionarse a sí mismos “¿Cómo podemos construir una educación antirracista en un país donde más de la mitad de la población es negra, pero donde hablar de cuestiones raciales sigue siendo un camino lleno de obstáculos y tabúes?
“¿Qué tenemos que ver con la construcción de una educación antirracista?”, provoca el docente. “Necesitamos pensar que este tema tiene que pasar por nuestra formación. La educación moldea el pensamiento y es esencial para que la sociedad empiece a pensar sin prejuicios. Construir antirracismo significa buscar información sobre el tema, ver la negritud en la sociedad y, por supuesto, reconocer privilegios”, dijo Mercês.
“¿Qué es la raza?”
Una de las preguntas que planteó la profesora en clase fue “¿Qué es para ti la raza? ¿Cómo lo definirías? Dice que cuando se debate este tema la gente no siempre sabe cómo responder, a veces lo evitan o no se sienten cómodas hablando. Para Mercês, este es uno de los reflejos de lo que se define como racismo estructural, término utilizado para caracterizar sociedades estructuradas a partir de la discriminación, que privilegia unas razas sobre otras.
“Es parte del racismo estructural que las personas, especialmente los blancos, no entienden o no necesitan entender sobre cuestiones raciales, sin embargo, aunque este debate ha evolucionado mucho hoy en día, es discutiendo, informando y debatiendo sobre esto que nos acercamos más a la democracia racial”, explicó la docente.
“Nuestro país y nuestro estado son lugares peligrosos para ser negros y jóvenes”
“Brasil es un lugar peligroso para ser negro y Rio Grande do Norte es uno de los peores lugares para ser negro y joven”, advirtió también Mercês durante la clase. La realidad se puede conocer a través de los datos del Atlas de la Violencia, publicado en agosto de 2020 por el Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (Ipea) y el Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP). El estudio analiza los años de 2008 a 2018 y señala que en Brasil, los casos de homicidio de personas de raza negra (negros y pardos) aumentaron en 11,5% en una década.
Durante el período, los estados que tuvieron las mayores tasas de homicidio entre la población negra se ubicaron en las regiones Norte y Nordeste, con énfasis en Roraima (87,5), Rio Grande do Norte (71,6), Ceará (69,5), Sergipe (59,4). y Amapá (58,3). Entre 2008 y 2018, también hubo un aumento de 13,3% en la tasa de jóvenes asesinados y los homicidios fueron la principal causa de muerte entre los hombres jóvenes.
Salud
Doctora en Salud Pública, Mercês Santos señala la Política Nacional de Salud Integral de la Población Negra, establecida en 2009, como uno de los instrumentos necesarios en el conocimiento de los profesionales de la salud en formación. La directriz del Sistema Único de Salud (SUS) tiene como objetivo, según ella, garantizar la igualdad y la realización del derecho a la salud de las personas de raza negra. Teniendo como sello el reconocimiento del racismo como determinante social de las condiciones de salud, la Política establece objetivos, lineamientos, estrategias y responsabilidades de gestión en todos los ámbitos, con miras a promover la equidad en salud.
Entre los lineamientos del documento se encuentran acciones de cuidado, atención, promoción de la salud y prevención de enfermedades, así como gestión participativa, participación popular y control social, producción de conocimiento, capacitación y educación continua de los trabajadores de la salud.
Para el residente de psicología de la Residencia Multidisciplinaria en Atención a la Salud de Personas con Discapacidad, Giovanni Sampaio, una de las razones por las que el estudio de la cuestión racial en la formación de los profesionales del ISD es importante es en la comunidad. El territorio en el que está ubicado el ISD, la zona rural de Macaíba/RN, alberga la mayor comunidad quilombola de Rio Grande do Norte, Capoeiras.
“Realmente creo que la mayoría de los usuarios de Anita Garibaldi (Centro de Investigación y Educación para la Salud Anita Garibaldi, del ISD) son negros y quilombolas, tenemos una comunidad quilombolas en nuestro territorio, entonces necesitamos estar informados sobre estos temas. porque nos llegan demandas raciales todo el tiempo, incluso en materia de salud mental, de personas que han sufrido prejuicios por el color de su piel en casa. Y si no prestamos atención, no nos informamos sobre esto, también corremos el riesgo de ponernos en la posición de un violador”, reflexiona la psicóloga.
Privilegios y contenido
“Cuando hablamos de nuestras dificultades ante los prejuicios raciales, otro chico, que es blanco, a veces dice “ah, yo también he sufrido esto y aquello”. Tenemos que recordar que también conlleva una realidad histórica que no es desde la perspectiva de la individualidad o la meritocracia”, dice Mercês. Señala que es necesario reflexionar sobre los privilegios y, sobre todo, escuchar a los negros sin invalidar su experiencia.
“La blancura necesita repensar su lugar de privilegio. ¿Por qué no echar un vistazo a estas cuestiones? Es sumamente importante pensar e informarse sobre esto, sobre todo porque el racismo se internaliza, no hay problema en admitirlo, pero es necesario detenerse a escuchar cuando te identifican como racista, porque esto no es algo individual, es estructural. Reconocer y repensar en ese momento, para no seguir perpetuando la opresión”, dice el científico social, quien también comenta que escuchar a los negros no significa escucharlos simplemente hablar de racismo. “Leer, escuchar música, estudiar, observar a los negros. También necesitamos repensar el contenido que consumimos, las personas que escuchamos. En tu vida diaria, en tu entretenimiento, en tu grupo de amigos, en tus investigaciones hay negros”, reflexiona.
Reducir las desigualdades
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la construcción de una sociedad antirracista se incluye en el objetivo número 10, que pretende promover la inclusión social, económica y política de todos, independientemente de edad, género, discapacidad, raza, etnia, origen, religión, situación económica u otra situación. Además, pretende garantizar la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades, en particular mediante la eliminación de leyes, políticas y prácticas discriminatorias y la promoción de leyes, políticas y acciones apropiadas a este respecto.
La clase impartida por Mercês Santos es parte del programa de la disciplina”Educación para la ciudadanía global”, tomado por estudiantes de la Residencia Multiprofesional en Atención a la Salud de Personas con Discapacidad y de la Maestría en Neuroingeniería del Instituto y pretende contribuir a este objetivo. La disciplina está liderada por el profesor-investigador y director general del ISD, Reginaldo Freitas Júnior.
Los ODS incluyen metas globales que están en el centro de las actividades del Instituto Santos Dumont, como la educación de calidad, la salud y el bienestar, la innovación y el logro de la igualdad de género, así como el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Texto: Kamila Tuenia – Pasante de Periodismo / Ascom – ISD
Edición: Renata Moura – Periodista / Ascom – ISD
Foto: Kamila Tuenia / Ascom – ISD
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Instituto Santos Dumont (ISD)
Es una Organización Social vinculada al Ministerio de Educación (MEC) y engloba al Instituto Internacional de Neurociencia Edmond y Lily Safra y al Centro de Educación e Investigación en Salud Anita Garibaldi, ambos en Macaíba. La misión del ISD es promover la educación para la vida, formando ciudadanos a través de acciones integradas de enseñanza, investigación y extensión, además de contribuir para una transformación más justa y humana de la realidad social brasileña.